Donación de Órganos y Tejidos

De la donación al trasplante. Conocé el procedimiento de la donación de órganos

Cuando un paciente fallece en una unidad de terapia intensiva de un hospital en cualquier parte del país, el médico a cargo es quien inicia el proceso de donación de órganos y tejidos. Se pone en contacto con el organismo provincial o el INCUCAI para trabajar de manera conjunta.

Se verifican los signos clínicos de muerte, se corrobora inactividad encefálica y se certifica la muerte bajo criterios neurológicos.

Por medios artificiales se mantienen oxigenados los órganos y se realizan estudios de laboratorio que garantizan las condiciones óptimas para ser trasplantados.


Para saber si el fallecido dejó constancia expresa de su voluntad de donar los órganos se consulta en el Registro Nacional de Expresiones de Voluntad para la Donación.

SIEMPRE SE RESPETA LA VOLUNTAD EXPRESADA POR EL FALLECIDO, YA SEA QUE LO HAYA HECHO EN FORMA ESCRITA O VERBAL. DE NO HABER EXPRESADO SU VOLUNTAD, SE LO CONSIDERA DONANTE.

 

Con las características biológicas y el grupo sanguíneo del donante, desde el INCUCAI o los organismos provinciales, se inicia la búsqueda de los posibles receptores a través de un sistema informático denominado SINTRA.

Se toma en cuenta el grado de urgencia de los receptores, la compatibilidad biológica entre donante y receptor y la antigüedad en lista de espera.

Cumplidos todos los pasos, se traslada al donante al quirófano para proceder a la ablación de los órganos, a cargo de los cirujanos asignados para ese fin.

Paralelamente los equipos de trasplante preparan a sus pacientes para la intervención quirúrgica.

Luego, el cuerpo del fallecido es entregado a la familia en perfectas condiciones, sin alterar su apariencia.

El traslado de órganos y tejidos se realiza con equipos que garantizan su total asepsia. Según el órgano, puede conservarse de 4 a 36 horas hasta su implante.

Finalmente los médicos realizan el trasplante a pacientes que estaban inscriptos en lista de espera.

El órgano donado es trasplantado sin que influya la condición social o económica del receptor. Los pacientes sin cobertura social cuentan con programas provinciales que garantizan el acceso al trasplante y a la medicación inmunosupresora. Las obras sociales y sistemas de medicina prepaga están obligados a cubrir los gastos de los estudios médicos y el trasplante.